URUGUAY.- (Enviado especial de LAGACETA.com) Pasaron nueve años desde que Atlético le puso fin a esa pesadilla llamada torneo Argentino A. Sin embargo, esta mañana el "Decano" volvió a pisar un estadio de similares características a los de la tercera división para los equipos del fútbol del interior de nuestro país: la de Defensor Sporting.
A 20 minutos del hotel donde el equipo tucumano se aloja y a metros de la costa del Río de la Plata, en el parque Rodó, se encuentran los tables del "Luis Franzini", fundado en 1963 y restaurado 35 años más tarde. A pesar de su modesta estructura, el estadio cuenta con capacidad para 18 mil personas.
Hasta allí se traladó el plantel encabezado por Pablo Lavallén para ponerse a punto para el partido que el "Decano" disputará mañana, desde las 21, con Peñarol por la segunda fecha del grupo 5 de la Copa Libertadores. Los jugadores tuvieron que recorrer un pasillo de unos siete metros que conecta al campo de juego con la pared que separa a la cancha de la calle. A la salida de ese túnel se puede ver un enorme cártel que da la bienvenida a sus visitantes, aunque el mensaje quedó deteriorado por algún fuerte viento.
Las desgastadas redes sintieron la fuerza de los disparos de Luis Miguel "Pulga" Rodríguez, Cristian Menéndez, José Méndez y Fernando Zampedri, algunos de los que se quedaron pateando tiros libres después del entrenamiento matutino, que ponían a prueba a un improvisado arquero: David Barbona. Lo curioso es que el lugar elegido para la práctica no solo es utilizado por Defensor, que marcha segundo en la Primera División del Campeonato Uruguayo, también fue sede en torneos internacionales, como la misma Copa Libertadores o la Sudamericana. Poderosos como Corinthians y São Paulo de Brasil pisaron el césped de este estadio.
Seguramente al "Pulga", único sobreviviente de aquel recordado equipo de Jorge Solari, se le vinieron a la cabeza algunos de los duros escenarios en los que le tocó jugar allá hace casi una década. Canchas difíciles y equipos aguerridos, una barrera que Atlético demoró seis años en superar. Hoy, la historia es otra: en pocas horas pisará por primera vez el imponente estadio "Campeón del Siglo".